Ocurrió en los Estados Unidos. Google Car –nada que ver con Android Auto– es el proyecto de los de Mountain View para crear coches autónomos seguros. La escena es surrealista a decir basta. Un policía detiene a uno de estos coches por ir demasiado lento y además lo multa.
Los Google Car mantienen siempre la velocidad que se les establece, por lo que en ningún momento la superan. Este coche en cuestión había sido programado para ir a 24 millas por hora (unos 38 kilometros por hora) y tuvo la mala suerte de acceder a una zona en la que la velocidad mínima estaba en 35 millas por hora (56 km/h).
El policía en cuanto lo vio circular a tal velocidad lo detuvo y aprovechando que dentro del coche autónomo se encontraba un pasajero, pasó a multar al vehículo por circular a una velocidad tan escasa y por obstruir el tráfico. Cabe decir que estos coches de Google no superan nunca y bajo ninguna circunstancia las 25 millas por hora, ya que los chicos de Google quieren demostrar que estos coches son seguros, y si fueran circulando por la calle a una velocidad superior darían la imagen contraria.
Desde Google se lo han tomado con humor. Creen que el policía sintió curiosidad al ver un coche autónomo, y que al poner la multa obtendría algo de protagonismo. Los Google Car son algo todavía desconocido para muchos y es normal que la gente se asombre al verlos pasar. Por otro lado sacan pecho, después de 1,2 millones de millas recorridas (2 millones de kilómetros o 90 años de conducción en un ser humano), es la primera vez que un coche de Google es multado.
Yo respecto a este tema todavía soy algo escéptico. No se si la gente dejará de conducir –a muchos nos gusta– y se fiará de que una máquina le lleve a su destino, pero multar a uno de estos coches por conducir lento me parece cuanto menos curioso. ¿Será que el policía es un fan de Apple? Eso nunca lo sabremos.
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