En Google andan de celebración estos días. Tras el aniversario de la creación de la empresa, a un año de la mayoría de edad, y la conmemoración de las siete primaveras de Android, le ha llegado el turno a la expectación y la fanfarria que acompañan siempre a la presentación de nuevos gadgets y funcionalidades. En estos momentos de hegemonía, tanta que incluso puede haber demandas de monopolio por medio, me gustaría volver la vista atrás para detenerla en un aspecto colateral que ha acompañado el auge de Android: el merchandising.
En el Mobile World Congress del 2012 Google repetía stand y volvía a ser una de las mayores estrellas de la feria. Con su sistema operativo para móviles afianzándose como plataforma líder con una clara tendencia al alza, gozaba de una implantación privilegiada en países como España, EUA o Gran Bretaña . Google había hecho los deberes.
La mascota de Android, Andy, se había diseñado con la intención de convertirse en un logo universal y lo había conseguido, un éxito que Google no dudaría en aprovechar. El robot verde se hacía omnipresente no sólo como símbolo en stands y campañas de promoción, sino también en todo tipo de soportes,desde tazas hasta camisetas, en pines, peluches o USB’s. La imagen que transmitía era fresca y amable. Ese toque desenfadado casaba bien con la marca Google y el punto techie le venía perfecto al sistema operativo.
¿Qué ha sido de las figuras coleccionables?
Más allá de las bondades del software y las alianzas estratégicas con los fabricantes, cabe destacar su acierto en la creación de una imagen de marca reconocible y atrayente. El robotito humanoide de color verde se había convertido en un icono. Al lado de las novedades tecnológicas, lo que hacía el stand de Google tan atrayente en el MWC de 2012 eran también las figuras coleccionables.
El merchandising de Android adquirió su punto álgido con esas figuras coleccionables de Dead Zebra. Estos robotitos adorables creados por distintos diseñadores que han aportado su seña de identidad, son el adorno perfecto para cualquier Android-fan que se precie. La compañía sigue sacando coleccionables y ediciones especiales, la última este mismo verano. La comunidad de fans de las figuritas sigue viva, muchos de ellos cuelgan fotos de sus propias versiones de Andy como estas de los stormtrooper.
En el MWC 2012 las figuras de Dead Zebra despertaron en los asistentes el fetichismo mercantil que todos llevamos dentro. Los visitantes pasaban por el stand de Android intentando cazar alguna de las codiciadas piezas, mientras que el equipo de Google se encargaba de situarlas en puntos estratégicos y las iban dosificando. Tanto el compañero de trabajo con el que acudía a la Feria como yo pudimos hacernos con una, pero recuerdo algún pequeño y educado rifirrafe para lograrlo. El premio de consolación para los menos atrevidos eran unos pines de Andy mucho menos atractivos, también nos hicimos con algunos y volvimos contentos a casa.
Con la versión 5.0 Lollipop Android se hizo mayor dando un salto de calidad. Quizá nuestro androide se haya vuelto más serio y ya no puede permitirse las frivolidades de antaño. Ahora ya no sólo tiene que ser bueno (de calidad, no de bondad), se le exige ser el mejor. Aunque seguro que si pierde el aire atrevido y abierto que le definió en sus inicios todos saldremos perdiendo.
Vale que en los stands ya no se regalen figuras coleccionables, vale que esa inocencia de las primeras etapas se haya desplazado en Google hacía otro tipo de proyectos e iniciativas como la del coche autónomo o las Google glass en su día. Pero sería decepcionante que esas prácticas de obstaculización a la competencia que estudia la FTC fueran ciertas y Google no hiciera nada para remediarlo. Andy no tiene pinta de abusón.
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