Ahora, como decimos, lo que hará Vodafone será cobrar por adelantado a los nuevos clientes la parte fija de la factura –a los que ya eran clientes antes del 11 de diciembre no les afectará–, ya sean particulares o empresas. Esto incluye todos los conceptos de la factura con el mismo precio cada ciclo, como es la cuota de la tarifa que hemos contratado. El resto, como consumos extra fuera de la tarifa, y los impuestos asociados a ellos, se cobrarán con normalidad.
¿Cómo afecta este cambio al cliente?
En principio, esta novedad no supondrá ningún gran cambio para el cliente, ya que seguirá recibiendo cada mes una factura que incluye la cuota fija más el resto de conceptos variables, tal y como sucede actualmente. La única diferencia será que esa cuota fija no corresponde al mes que acaba de vencer, sino al mes siguiente.
Eso sí, sí que veremos cambios en el momento de realizar una portabilidad a otra compañía, darse de baja o también un cambio de tarifa, pues ya nos habrán cobrado esa cuota fija por adelantado. En el caso de portabilidad, baja o cambio a una tarifa más baja, Vodafone estará en deuda con nosotros, por lo que debería devolvernos la parte proporcional del tiempo que no se han estado usando los servicios que estaban contratados. Y en el caso de cambio a una tarifa más alta, es de suponer que lo compensarán en la nueva factura.
Este pago por adelantado ya estaba presenten en ONO, compañía que ahora pertenece a Vodafone tras haberla comprado el año pasado por una cuantiosa suma de dinero, por lo que es lógico que quieran normalizar la facturación en todos sus negocios.
¿Qué te parece este cambio en la facturación de Vodafone?
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