Las posibilidades del reproductor Chromecast de Google son muy grandes, un ejemplo son las aplicaciones que no hace mucho recomendamos en Topes de Gama. Pero, debido a que se utiliza conectividad WiFi en ocasiones es posible que la seguridad que ofrece no sea la mayor posible a la hora de evitar que terceros manden contenidos no deseados. Te contamos cómo prevenir esto.
Un ejemplo de lo que decimos es el uso de un Chromecast en la habituación de un hotel o en una casa en la que no se conocen todos los que tiene acceso a la red WiFi (como puede ser un vecino). El caso, es que si no te restringe el acceso al reproductor se puede encontrar uno con la mala experiencia de ver en el televisor en el que se tiene el dispositivo conectado algo no deseado -desde un contenido de YouTube hasta la peor de las películas de la historia del cine-.
Proteger a tu Chromecast
Una de las posibilidades existentes es el uso de forma individual de un router con una WiFi personal que será el único al que se conecte el reproductor. Esto es muy efectivo, pero no es lo óptimo ya que se tiene que llevar de un lugar a otro dispositivo… y, si algo destaca de los Chromecast, son sus reducidas dimensiones que permiten llevarlo a cualquier lado.
De esta forma, nosotros lo que recomendamos es el uso de un software que permite la creación de redes privadas WiFi dentro de la que se tiene accesible en ese momento, lo que evita que terceros sean capaces de acceder al Chromecast. Así, por poner un ejemplo, sería crear un espacio acotado en el que se da uso al reproductor de Google (y, este, utiliza la WiFi existente como medio de transferencia, pero son sus propias claves de acceso). Un ejemplo es Connectify Hotspot, que se puede descargar una versión gratuita para darle uso.
Este desarrollo hace exactamente lo que hemos indicado antes, pero no es posible dar nombre a la nueva red (esto sólo es posible en la versión de pago). Pero, si esto no es importante para ti, lo que tendrás que hacer es ejecutar la aplicación y pulsar el botón Start Hotspot (iniciar punto de acceso). Ahora, conecta de forma habitual el Chromecast a la nueva red WiFi.
En este momento, cuando se desee enviar contenidos, se tiene que conectar el smartphone o tablet a la WiFi generada y, entonces, el funcionamiento es el habitual. Los que no tengan los datos de acceso, no podrán acceder al reproductor, por lo que no habrá sorpresas para sacar partido a tu Chromecast. Un solución ideal para dar uso tanto en redes privadas como en públicas -que siempre son mucho menos seguras y nos e sabe quién está conectado-.
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