Parece que la industria del automóvil tiene en los últimos años se está obsesionando por llegar a la meta cuanto antes en dos carreras que muchas marcas quieren ganar: por un lado desarrollar la tecnología que sea capaz de apartar al hombre de los mandos de los coches para que sea un ordenador el que nos lleve y nos traiga autónomamente, y por otro intentar hacer realidad aquel viejo sueño de contar con coches voladores en este siglo XXI.
De lo primero ya se encargan empresas como Tesla, Google o los grandes fabricantes de automóviles, pero en lo que tiene que ver con lo segundo, la responsabilidad recae sobre la espalda de las grandes marcas aeronáuticas como Airbus, autora de algunos de los aviones más utilizados del mundo o de ese monstruoso A380 capaz de transportar a casi 900 personas en su interior. Han sido los ingenieros del grupo europeo los que se han lanzado a ofrecer su particular visión sobre cómo creen que debe ser un coche volador. Y es bastante atractivo.
Hasta ahora habíamos visto distintos conceptos que giraban alrededor de pequeños helicópteros o avionetas con apariencia de coche. Pero en este caso, la verdad es que la idea nos ha dejado muy, muy sorprendidos.
¿Es un dron, es un coche…?
El planteamiento es tremendamente original porque se compone de tres partes bien diferenciadas: la cabina (o vaina, como la definen) en la que van los viajeros, que según la imagen que tenéis justo debajo se limita a dos, el chasis con las cuatro ruedas cuando es un coche y, por último, una especie de dron que es el que nos permite volar.
La vaina estará construida con fibra de carbono, lo que garantiza que será muy ligera y resistente. El funcionamiento de este coche volador es muy simple pero efectivo: la idea es permitirnos usar el vehículo como un coche pero, en el momento que queremos coger un atajo, no hay más que llamar al cuatrimotor para que nos coja (literalmente) y nos lleve donde le indiquemos.
La idea, según Airbus, es que el vehículo sea capaz de moverse por la ciudad gracias a un completo entorno virtual que nos permitirá saber en cada momento dónde hemos dejado el chasis con las cuatro ruedas o cuál es el punto de recogida del dron para que nos eleve por los cielos.
¿Llegará este concept a realizarse algún día? Pues seguramente con el paso de las décadas acabe por cumplirse pero por el camino hay muchos obstáculos que superar. Uno de ellos es el de la reorganización del espacio aéreo que, si se satura, necesitará de algún tipo de control porque es evidente que ir por donde nos apetezca no será una opción viable. Aunque si en tierra los coches van a ser capaces de llevarnos y traernos de forma segura evitando choques, ¿por qué no esperarlo de los futuros fliying cars?
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